El 1 de Agosto de 1943, fué planificada la operación "Tidal Wave", para dar un golpe contundente en las refinerías de Ploesti (Rumanía), aliados de Alemania y que producían más de un tercio del combustible alemán. El plan consistía en realizar un bombardeo a baja altura, criticado por algunos, pero que finalmente recibió el visto bueno del general Arnold y de Roosevelt.
Haciendo un esfuerzo tiránico, se construyó una réplica tridimensional a escala de 1:5000 y otra bidimensional de tamaño real de Ploesti en el desierto, para efectuar las prácticas, en las que se realizaron pruebas meticulosas sobre la operación.
Tras muchos intentos, que no lograron desbaratar la refinería por completo, los aliados perdieron 350 aviones y unos 3.000 hombres en varias operaciones, en las que lanzaron más de 13 mil toneladas de bombas. El ejercito rojo entró en la refinería apenas 11 días después del último bombardeo.