Cuando en julio de 1940, tras la caída de Francia, Gran Bretaña se enfrentaba sola a la Alemania nazi, Churchill decidió crear una unidad de élite para atacar las costas enemigas. En diciembre de 1941, bajo sus órdenes, un gran asalto a Vaagso, en el norte de Noruega, convenció a Hitler de que este país era un objetivo estratégico vital. Como consecuencia, más de 250.000 soldados alemanes se vieron inmovilizados innecesariamente en ese territorio noruego durante el resto de la guerra.