El 10 de julio de 1943, las tropas aliadas, en especial británicas y americanas invaden el Reino de Italia, que era una de las principales potencias del Eje. La invasión inició en la isla de Sicilia (Operación Husky), que los aliados ocuparon por más de un mes. Debido a la invasión, Mussolini es arrestado por el mismo rey de Italia terminando con la Italia fascista. Luego, los aliados entran a la península itálica a través del estrecho de Mesina, avanzando hacia el norte sin mucha resistencia. El nuevo gobierno italiano, comandado por Badoglio, firma la rendición el 8 de septiembre e intenta ocultarle esto a Alemania, para que Hitler no sospechara de la traición de su aliado.