La liberación de París durante la Segunda Guerra Mundial consistió en la entrada de los Aliados en la ciudad de París en agosto de 1944. La batalla comenzó con una sublevación de la Resistencia francesa en la ciudad, a la que poco después se unieron elementos de la 2ª División Blindada francesa (encuadrada en el Tercer Ejército estadounidense y conocida como División Leclerc) y, en mucha menor medida, de la 4ª División de Infantería estadounidense.
En esta batalla participaron activamente españoles republicanos exiliados y sobre todo anarquistas, tanto en las filas de la Resistencia como entre las tropas de la 2ª División Blindada francesa, en papeles destacados, hasta el punto de que las primeras unidades militares aliadas que entraron en París estaban compuestas por antiguos miembros del Ejército Popular Republicano. Se hallaba al frente de las mismas Amado Granell, quien por entonces era teniente del Ejército francés, siendo igualmente antiguo mayor de Milicias del Ejército Popular Republicano, en el que había mandado una Brigada Mixta.
Una de las principales consecuencias políticas de la Liberación de París fue la práctica desaparición de la Francia de Vichy y la consideración del Gobierno Provisional de la República Francesa, con el general Charles de Gaulle a la cabeza, como depositaria de la legitimidad histórica y política de Francia y de la República Francesa. Por otra parte, de Gaulle logró convertirse en el símbolo del renacimiento de la nueva Francia, quedando definitivamente olvidados los intentos de los anglosajones por buscar otro militar o político francés con el que entenderse para reemplazarle.