En esta segunda entrega se destaca la infinita misericordia de Dios hacia su pueblo Israel, enviándoles el más hermoso regalo que el cielo podía ofrecer: Jesús. Escuche la manera en que Dios interactuó con su su pueblo, y las circunstancias que rodearon la primera venida de nuestro Señor Jesucristo.
"En el tiempo del nacimiento de Cristo, la nación estaba tascando el freno bajo sus amos extranjeros, y la atormentaba la disensión interna. Se les había permitido a los judíos conservar la forma de un gobierno separado; pero nada podía disfrazar el hecho de que estaban bajo el yugo romano, ni avenirlos a la restricción de su poder. Los romanos reclamaban el derecho de nombrar o remover al sumo sacerdote, y este cargo se conseguía con frecuencia por el fraude, el cohecho y aun el homicidio. Así el sacerdocio se volvía cada vez más corrompido. Sin embargo, los sacerdotes poseían aún gran poder y lo empleaban con fines egoístas y mercenarios. El pueblo estaba sujeto a sus exigencias despiadadas, y también a los gravosos impuestos de los romanos. Este estado de cosas ocasionaba extenso descontento. Los estallidos populares eran frecuentes. La codicia y la violencia, la desconfianza y la apatía espiritual, estaban royendo el corazón mismo de la nación".