Cada vez que alguien me dice que el Hip Hop en Chile ya pasó su mejor etapa, yo estoy dispuesto a dar la vida por mi idea de que la mejor etapa es la que estamos viviendo en el presente. Hay una generación que consiguió ser Hip Hop de por vida, lo llevamos en el día a día, no sólo en nuestros ratos libres ni tampoco como algo que habita únicamente en nuestros recuerdos de la juventud. Y esta misma generación ha generado nuevas generaciones que se han criado viviendo ese presente activo y vibrante, por lo que, en consecuencia, el Hip Hop viene como un estado mental incorporado y no por incorporar, y ya naciendo con esta herramienta adquirida, cada quien la madurará a su propia forma. Por ejemplo, Alen nació el 2010, hijo de madre y padre relacionados al Hip Hop. Se crió en el ambiente, respiró el ambiente, se le hizo natural el ambiente desde el útero. Por lo demás, creció en la década más prolífera del rap en Chile, tan inspiradora como cercana. A sus 11 años ya tiene un nombre e historia como graffitero bajo la firma de Dyno, y su talento le ha permitido recorrer una buena parte del país pintando y haciendo nuevos amiguitos. Hace un par de años también rapea bajo el a.k.a. de Sonyd junto a su amiguito MTN, y a su corta edad entienden perfectamente los códigos del barrio y la realidad que significa vivir en un país como Chile. En esa conciencia se afirma su Hip Hop, y ellos dos son sólo un par de ejemplos entre tantos que he tenido la fortuna de ir descubriendo los últimos años, confirmando así cómo la semilla del Hip Hop florece para que así finalmente podamos hablar de cultura desde la trascendencia. Siendo así, doy las gracias al Hip Hop por permitirme hacer entrevistas como ésta, así como también agradezco a Naty y MTN su participación en esta conversación transgeneracional.
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