La guillotina fue usada de manera extensiva durante la Revolución Francesa como un método más civilizado de ejecución, que no incluía una sesión de tortura. Como las ejecuciones eran públicas, mucha gente las presenció y comenzaron a circular rumores con respecto a lo que pasaba con las cabezas una vez separadas del cuerpo: muecas, caras de espanto, bocas y ojos que se abrían. ¿Qué pasa con las cabezas una vez separadas del cuerpo? ¿Mantienen la conciencia durante algunos segundos? ¿Alcanzan a darse cuenta de qué fue lo que les pasó? En 1905, un médico en Francia fue autorizado para realizar un experimento que buscaba evidencia de que las cabezas, luego de ser guillotinadas, mantenían la conciencia durante algunos segundos, lo que ciertamente resulta pertubador. Y claro, también les contaré la historia del pollo Mike, que vivió decapitado ¡durante 18 meses!