Es más que posible que el premio Ondas llame a la puerta de La Hora Random después de este episodio. En un vano intento por retomar las listas en seguida la cosa se tuerce y el desorden y el caos se apoderan de la situación. La tripulación Random en su máxima expresión. O como diría Vicente Vegas: “cómo me gusta que los planes se vayan al carajo”.