La insidiosa de Gladys pone en marcha el malvado plan que ha elucubrado con Bobby. Aprovechando la visita en casa de los Esquivel, se dirige a la habitación de Solita para prometerle que ella misma la arreglará y le prestará sus joyas para la gran fiesta. Solita, sin sospechar nada, se emociona por la aparente generosidad de la malvada exnovia de René.