Al conocer la casa de Soledad, Tribilín e Hilario en una vecindad, René se conmueve por las condiciones de pobreza en las que viven. Le molesta que un ángel como Soledad pueda vivir entre tanta miseria. René está dispuesto a darle a Soledad la vida que merece. Los Esquivel reniegan de la futura presencia en su casa de la "familia de indigentes", como les llaman.