Pocos meses después del ascenso de los nazis al poder, los alemanes tuvieron claro que el principio rector en torno al cual se iba a organizar la nación sería la raza. Con Hitler al mando del país, iba a comenzar una escalada de terror contra los judíos alemanes que tendría en la Noche de los Cristales Rotos uno de sus momentos álgidos.