Sus ancestros vivían en los puertos de las ciudades del Mediterráneo, donde se encargaban de cazar las ratas y ratones que pululaban en las tiendas portuarias y las bodegas de los barcos.
Aristóteles ya haría mención a ellos y Estrabón los elogiaría en sus escritos.
Darwin los sitúa 6.000 años antes de Cristo
En la tumba del faraón Ramsés II se encontraron figurillas que recuerdan mucho a estos perretes, por lo que se piensa que ese fue el país de origen .
Tan apreciados que los fenicios los usarían como moneda de cambio, y
en la antigua Roma se les enterraría poniéndoles una lápida.