Para hablar de su origen, tenemos que remontarnos a la época prehispánica, aunque sabemos que tras la conquista se daría forma a la que se conocería como pastor Grafiano.
Se cree que los Áuritas, primeros pobladores de la isla, ya tenían un perro que realizaba labores de pastoreo y guarda.
En excavaciones arqueológicas se han encontrado colgantes y objetos de culto, con representaciones de ellos, que demuestra la estima que les tenían. Hay referencias escritas de que su apariencia era la del lobo pero con menor tamaño.
Su carácter es amigable y dulce, convirtiéndolo, como a otros pastores, en magníficos perros para que vivan en casa