El último episodio de la tríada sobre sectas empieza con el pentecostalismo (aka costaleros con pantis) propio del sur de los Apalaches y su obsesión por las serpientes de cascabel y la chaladura en general. Continúa con un repaso revolucionario a la vida y obra del cabronazo de Jim Jones y sus perrerías en la Guayana Esequiba. Para cerrar capítulo y trilogía, se cuentan anécdotas de abuelos ateos y padres semidesnudos puteando a Testigos de Jehová que intentaban colar la Atalaya por debajo de la puerta. Todo aderezado con una selección musical a la altura de la leyenda que Pop y Muerte ha forjado en la podcastfera. Pasen y escuchen.