El episodio trata varios aspectos del Profeta Muhammad (que Dios le bendiga y le conceda paz). Habla de cómo recalcaba que sólo era un ser humano y no divino. Menciona versículos en los que afirma que no pide ningún salario ni recompensa por transmitir el mensaje de Dios. Recordaba a la gente que era responsable de transmitir el mensaje con claridad y guiar a la gente por el camino correcto. Sin embargo, el éxito final depende de Dios. Decía a la gente que los que buscaban orientación debían seguirle y obedecerle, pues ése era el único camino hacia la salvación.
El episodio trata de cómo el profeta Muhammad (que Dios le bendiga y le conceda paz) transmitió el monoteísmo islámico y se sometió por completo sólo a Dios. Recordó a su pueblo que Dios es la única deidad y creador de los cielos y la tierra. Declaró que ninguno de los ídolos o falsos dioses que la gente asignaba como compañeros de Dios poseía poder o control alguno sobre nada. El Profeta advirtió que seguir cualquier religión que no fuera la completa sumisión a Dios solo conduciría al castigo en el fuego del infierno. Afirmó que el conocimiento de lo oculto/futuro sólo lo tiene Dios. El Profeta dijo a su pueblo que no adoraría a ningún otro dios aparte del único Dios verdadero y que no seguiría a los incrédulos ni transigiría en su fe.
El Profeta Muhammad (que Dios le bendiga y le conceda paz) predicó a su pueblo sobre la unicidad y la grandeza de Dios. Explicó cómo Dios ha creado todo a propósito y controla todas las cosas. Advirtió a su pueblo de que no asociara compañeros a Dios. El Profeta les recordó que nadie puede perjudicar o beneficiar a otro sin la voluntad de Dios. Declaró que Dios perdona a quienes se arrepienten y buscan el perdón. El Profeta dijo a su pueblo que seguir sólo el camino de Dios conduce a la salvación.
El Profeta afirmó que la perfección lingüística del Corán y su revelación divina demostraban que no podía ser obra humana. Transmitió que el Corán sirve de guía a los musulmanes y recordó a la gente que debía estar agradecida por la fe. El Profeta subrayó la importancia de la oración, instó a la gente a rezar a Dios y explicó que, el Día del Juicio, los individuos sólo serán responsables de sus propios actos. Aclaró que Dios es el único protector y que ningún otro ser puede ayudar como Dios.
El episodio también analiza varias enseñanzas y recordatorios del Profeta Muhammad (que Dios le bendiga y le conceda paz). Algunos de los puntos clave tratados son
- Sólo Dios conoce el momento del Día del Juicio, los profetas sólo pueden advertir a la gente de su proximidad.
- Los incrédulos que niegan el Más Allá serán testigos del poder de Dios el Día del Juicio y se someterán a Él.
- La gente debe aprender del final de las naciones incrédulas del pasado que se opusieron a los mensajeros de Dios.
- La muerte no es el final, sino el regreso a Dios, donde la gente rendirá cuentas de sus actos.
- Los beneficios de la otra vida superan con creces los placeres temporales de este mundo.
- Los incrédulos que niegan la resurrección serán ciertamente resucitados y cuestionados.
- Nadie puede escapar a la muerte ni posponer el momento determinado por Dios.
- Advertencia para quienes valoran las posesiones mundanas por encima de la aprobación de Dios.
- Los incrédulos serán finalmente derrotados, mientras que los creyentes saldrán victoriosos con la ayuda de Dios.
El episodio comparte enseñanzas del Profeta Muhammad (que Dios le bendiga y le conceda paz) mencionadas en el Corán. Habla de cómo el Profeta declaró que quienes temen a Dios alcanzarán el paraíso. El Profeta ordenó a su pueblo que fuera justo y dijo que sólo Dios rescata al hombre de las aflicciones. Invitó a la gente a adorar sólo a Dios y dijo que los nombres más hermosos pertenecen a Dios. El Profeta advirtió a quienes no creyeran en los versículos de Dios que irían al infierno y declaró que el infierno es un lugar donde los incrédulos permanecerán por toda la eternidad.