Si bien existió la santa inquisición en México de la colonia, no fue o tuvo un gran peso como su contratarte en España, o al menos no a tal grado como lo hicieron los perseguidores de brujas cruzando el charco, aquí fue un tema a veces meramente político y hubo personas que supieron aprovecharse de eso, entre ellos estaba esta mujer a la que apodaron La Maltos, y que según esta leyenda, se trataba de una verdadera bruja que jugaba un papel de agente doble.
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