Pude ver sus pies, que para ser más correcto no eran pies, eran unas pezuñas como de caballo o de vaca, se escuchó un fuerte golpe en la mesa, al levantar un poco mi cabeza me di cuenta que era una nueva botella del tequila corriente que tomaba, y después escuché ….qué tal amigo veo que te quedaste sin trago, y yo creo que no hay mucha clientela, así que hoy usted y yo nos vamos a tomar esta botella cortesía de la casa, levanté aún más la cabeza, y esta cosa ya estaba sentada justo enfrente de mi, sólo pude ver lo que se supone era en sus manos, pero también eran unas pezuñas, todavía no veía lo peor, pero yo ya estaba llorando sin siquiera sollozar, o hacer ruido, solamente salían mis lagrimas sin parar, observando este ser llevaba un cigarro entre su pezuña derecha…y con la otra servía unos tragos...
Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.