Bram Stoker (1847-1912) fue crítico teatral y secretario del actor sir Henry Irving, con quien dirigió el Lyceum Theatre de Londres, antes de convertirse en un gran escritor. Publicó 'Drácula' en 1897, una novela bisagra en la que cabe todo: es oscura, profunda, inquietante, terrorífica, erótica y hasta diríamos que feminista