El término “régimen del 78” en España hace referencia al sistema político e institucional establecido tras la promulgación de la Constitución de 1978, que marcó el inicio de la democracia en España después de la dictadura franquista (1939-1975).
Este régimen se basa en una monarquía parlamentaria, con un Estado descentralizado y un marco de derechos y libertades fundamentales.
El término, sin embargo, suele usarse de manera crítica por quienes consideran que el sistema político derivado de esta Constitución presenta limitaciones o fallos estructurales.
El régimen del 78 ha permitido una transición pacífica y consolidación democrática en España, pero no ha estado exento de problemas. Las tensiones territoriales, el cuestionamiento de la monarquía, la politización de la justicia y la falta de reformas estructurales han llevado a un creciente debate sobre la necesidad de una segunda transición o una reforma profunda del sistema político español.