RELATOS DE TERROR EVD

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Furioso fui a ella y le vomité todo, no podría ahora replicar la cantidad de groserías que le dije, para poner un ejemplo las palabras que salieron de mi boca serían iguales a las que emplearía si alguien me hubiese chocado el carro, mi esposa se quedó petrificada, nunca me había visto tan molesto Y doña Clara, sin embargo transformó su rostro dejó ver su expresión de víbora y olvidó su papel de anciana vulnerable, verla sí me hizo arrepentirme de mis palabras no por miedo a hacerla sentir mal, sino por miedo a ella misma...

ojalá te ahogues en tu propia mierd

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Algo en él me hizo sospechar que ocultaba algo. Lo conocía perfectamente. La seriedad tan calma con la que me habló, era la forma que tenía de reprimir la ira que liberaba en otro sitio. No salí de mi habitación, pero pegué la oreja en la puerta. Aunque escuchaba muy bajo, podía oír a él levantándole la voz a su madre. Se me erizó la piel cuando escuché las palabras:

—No le hagas más nada a mi esposa.

Fue cuando me di cuenta de que lo de bruja, no solo era su aspecto. Me senté en la cama aterrada, no sabía cómo reaccionar. Sentí que me bajó la presión de los nervios. Mi esposo regresó, y al verme se preocupó. Notó mi estado, me dijo que estaba pálida. Traté de fingir que no pasaba nada, pero él me insistía en que no estaba bien. Me trajo algo dulce para que me sintiera mejor, y fue cuando se lo dije.

—Escuché la discusión —le dije —. ¿Hay algo que tenga que saber?

Mi esposo bajó la mirada, no se atrevía a decírmelo, aunque yo ya suponía que era. Ante su silencio le exigí explicaciones, y no tuvo más remedio que decirme la verdad. Me dijo que su madre me hizo brujería

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Como bien nos advirtieron, cambiamos la cerradura de la puerta y tomamos medidas para evitar que entrara. También colocamos cámaras de seguridad dentro de casa por cualquier eventualidad. Tan solo a cuatro días de nuestra llegada, amanecí con un regalo en la puerta de casa. Un trabajo de brujería. Una cabeza de gallina con velas consumidas, maíz, bombones y algunas cosas más. No era creyente hasta ese entonces, así que lo más inteligente fue juntar todo en una bolsa de basura, tocar la puerta de “la loquita” y entregársela.

—Se le perdió esto —le dije.

Ella tomó la bolsa, observó su contenido, y levantó la mirada hacia mí con una sonrisa tan inquietante que me hizo comprender por qué le pusieron ese apodo. Por un momento se me heló la sangre al intercambiar miradas. De pasar de ser una mujer cualquiera, su rostro parecía ser de la hija del diablo. Me dio miedo, solo con esa sonrisa me demostró que sería capaz de cualquier cosa

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Llegué a casa con las cosas y le mostré a mi novia los regalos. No le gustaron para nada solo por venir de parte de una amiga. Incluso le mostré la blusa, y me observó de manera extraña. Le insistí en que tuvo un detalle con ella, y fue cuando se le pasó un poco el malestar. Tanto mi novia como aquella amiga tenían cuerpos similares, por lo que aquella prenda le quedó a medida. Se lo probó y se miró al espejo, se sentía muy cómoda con la prenda y se la dejó puesta. Por mi parte, limpié un poco las estatuillas de cerámica y los coloqué sobre un mueble adornando el hogar.

No pasaron muchas horas para que comenzaran a pasar cosas extrañas. Mi novia estuvo con vómitos todo el día. No era normal en ella, hemos comido cualquier cosa en la calle y no le ha pasado nada. Siempre tuvo un estómago muy fuerte, por lo que se me hizo muy inusual. Creo que de los seis años de relación que teníamos en ese entonces, fue la primera vez que la vi vomitar. Fui hasta la farmacia a comprarle medicamentos, y al regresar a casa noté que perdí las llaves

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Desperté a los gritos, aterrado, con el sudor frío recorriendo mi cuerpo. Traté de levantarme, pero un fuerte mareo me lo impidió. Respiraba como si verdaderamente me hubiesen ahorcado. Podía sentir mi garganta rasposa, y al tocar mi cuerpo noté una sensación extraña en mi piel. Acudí hasta el baño para encontrar rasguños en la zona. Algo había estado en mi casa, eso ya no era solo un sueño, aquello se manifestó físicamente.

No tenía forma de recurrir a alguien porque no sabía lo que estaba pasando. Solo se me ocurrió que tenía un muerto dentro de mi casa, aunque nunca me imaginé como pudo haber pasado. Asistí a la iglesia para hablar con el cura y contarle mi experiencia, aunque no se vio muy convencido

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Me puse nervioso y respondí que sí, aunque mi mandíbula temblaba por los nervios. La señora pasó delante de mí para guiarme hacia el aire acondicionado, y cuando avanzo hacia delante, al dar dos pasos siento que algo me toma del abrigo y me detiene. No había nadie detrás de mí más que aquella estatua. Solté la caja de herramientas y la escalera, cubrí mi rostro y agaché mi cabeza, estaba realmente asustado. Imaginaba que La Santa Muerte me estaba por llevar. La señora se colocó frente a mí, trató de calmarme.

—Tranquilo, es un malentendido —dijo ella —. Entraste muy nervioso, solo pide disculpas.

Seguía sintiendo como algo me jalaba del abrigo hacia atrás como si yo no debiera de entrar. La presión en mi prenda era clara, aunque no podía darme cuenta si era una mano o no

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Susana no creía en brujería, pero sí en los hechos. Y gracias a la experiencia que sufrió mi hermano que en paz descanse, y un íntimo amigo que padeció de algo similar estaba bastante interiorizado en el tema. Le marqué a Susana todo lo que le estaba pasando, pero ella decía que era casualidad. La tomé del brazo y la llevé a un espejo, la obligué a mirarse y ella se quebró en llanto. Me dolió hacerlo, pero no tenía opción.

—No eras así. Algo te está consumiendo la vida —le dije.

Susana me abrazó desconsolada, dijo que estaba cansada, que a veces no tenía ganas de vivir. Le recordé como siempre la conocí a ella. Le hice rever su vida. Cuando le pregunté qué era lo que estaba mal en su vida, ella no supo que responderme, porque no era nada. Le hice reflexionar y me dio la razón. Desde que Dani se apareció así en nuestra cita todo le salió mal. Le pedí que confiara en mí y aceptó. Dormimos lo que quedó de la noche y algo de la mañana, y al otro día le prometí que solucionaría todo. Ella confió en mí

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Al herido le sacamos 23 balas del interior de su cuerpo. 7 de ellas de sus pulmones y 1 de su corazón. De aspecto físico era delgado y desganado. Si pesaba 60 kilogramos era mucho. Pero aun así era un toro de resistente, el hombre seguía vivo y estaba soportando la cirugía. Mientras más avanzaba el proceso, más me replanteaba “cometer un error”. Sin entrar en detalles de procesos quirúrgicos, la idea me fue seduciendo. Hasta que una voz me descolocó.

—No lo hagas —escuché.

—¿Perdón? —respondí, pero nadie me contestó.

Mis compañeros me observaron de manera extraña.

—¿Qué no haga qué? —pregunté al notar que nadie dijo nada.

Nadie respondió. Se observaron dudosos entre ellos.

Me quedé recordando esa voz mientras cerraba una herida. No reconocí de quién se trataba.

—¿Quién te crees que eres para juzgar a los demás? —dijo esa voz, pero se escuchó como un murmullo en mi oído

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Debía de fingir que no sabía nada, pero tampoco debía de caer en la trampa.

Me sentía entre la espada y la pared. Lorena tenía el cuerpo de una muñeca de porcelana. De verdad que era sexy y eso dificultaba no mirarla. Aun así, me contenía, no quería caer en su juego. Pocos días después, mientras jugaba al indiferente, Lorena llegó con una alegría especial que me pareció sospechosa. Nos entregó a cada uno de nosotros una pequeña bolsa de regalo. A mí me tocó una pulsera. No supe cómo reaccionar porque no esperaba nada bueno de ella. Lorena tomó la pulsera y la colocó en mi muñeca derecha con mucha delicadeza. Luego me sonrió y besó mi mejilla. Mi padre y Mónica se veían muy alegres, entendían que esto era una especie de tregua. Solo supe responder con un incómodo gracias

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—Es un hombre mayor que tú, alto. Te quiere como una hija o sobrina, ocupa un cargo o se dedica a una actividad que imposibilita tu relación. Te declaraste y te rechazó, y nadie en tu pueblo lo sabe —dijo el gitano.

Comencé a temblar de los nervios y quise irme, era como si ese hombre hubiese estado ahí en mi pueblo cuando todo pasó. Me dio más detalles de él, y en un momento hasta él se sorprendió.

—¿Pertenece a la iglesia? —preguntó, aunque parecía más afirmarlo que cuestionarlo.

Bajé la mirada contaminada por la vergüenza, solo logré contestar que sí con un gesto.

—No te pongas así, como si fueras la primera que se fija en un sacerdote —sonrió Moreno —. Yo no juzgo, cumplo trabajos

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Permanecimos expectantes aguardando alguna explicación, pero la situación se veía tan tensa que nadie se atrevió a preguntar. Noté una vela blanca prendida en la cocina, y eso fue suficiente para entender que mi madre tomó alguna medida desesperada. Me acerqué a ella con delicadeza y mi padre salió de la cocina sin dar explicación alguna. Pateó algunos de los muebles de la sala y arrojó una silla. Temimos qué fue lo que hizo mi madre, y al preguntarle ni siquiera contestaba con palabras, solo realizaba gestos al encogerse de hombros como si nada le importara.

Algunos minutos después, tras el silencio de mi madre, enfrenté a mi padre para que me dijera que sucedió. Él estaba en su cuarto sentado en los pies de la cama mientras escondía su rostro en sus manos. Fue cuando me lo dijo.

—Tu madre prendió una vela y le pidió a La Santa Muerte que se la llevara a ella a cambio de Hernán —dijo mi padre

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Decidimos dormir para que se nos pasaran nuestros dolores, pero algo nos despertó. Se oían sonidos de pasos dentro de la casa. Pensamos que alguien había entrado. Salté de la cama al instante mientras ella me decía que tuviera cuidado. No vimos a nadie en la sala. Recorrí el baño, la cocina, la otra habitación, las ventanas y la puerta. Nada estaba abierto, ni nadie había en la casa. De pronto, esta chica gritó aterrándome. Se acercó a mí llorando diciéndome que alguien le había soplado en el cuello. Le dije que podría ser el viento, pero ella me insistía que no, que estaba realmente segura de que una persona le había soplado la nuca. La abracé por unos minutos para que se tranquilizara. Luego volvimos a la cama, aunque nos costó dormir.

En un momento de la madrugada me desperté con la cara dormida, no me sentía nada bien. Quise moverme, pero mi cuerpo no respondía

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Intenté seducirlo y convencerlo de que solo yo podría hacerlo feliz, pero mientras más me acercaba más me rechazaba, era imposible que me aceptara como mujer. A veces, parecía que me tenía miedo. Si hacía algún movimiento repentino, él se asustaba, y yo no entendía por qué. Le hablé una y otra vez de que ya estábamos juntos, de que nos conocíamos de toda la vida, y que no tenía sentido conocer a otras personas teniéndonos a nosotros, pero no quiso entrar en razón. Luego de un mes, me explicó que ya no deseaba tener novia. Pero, yo si quería ser su novia, porque en realidad, él no lo sabía, pero ya estábamos más unidos que una pareja. Pasábamos la mayor parte del tiempo juntos, éramos más una pareja que otra cosa, pero nunca lo vio de esa manera.

Tuve que conseguir más dinero, contacté de nuevo con la bruja para un cambio de planes. Le pedí un amarre

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A medida que pasaba el tiempo mi interés se pronunciaba, así que decidí investigar sobre el agua de calzón. Pregunté a algunos conocidos e investigué algo en internet. Confié más en lo que me dijeron las personas de boca a boca. Al tener claro los ingredientes, puse manos en acción.

Tomé mi ropa interior y la coloqué en agua hirviendo, luego algunas especias. Prefiero no relevar los ingredientes para no entusiasmar a alguien a hacerlo. Con el agua lista, tenía entendido que no era necesario que la bebería, tan solo era cubrir algún regalo con ella. Así que compré una rosa y la dejé sobre el agua en la olla una vez que esta se enfrió. Cuando todo estaba listo, tomé una ducha, me coloqué perfume, aunque me vestí normal para tampoco llamar mucho la atención, y toqué la puerta de su casa. Ella abrió y se mostró algo sorprendida por mi visita, y le regalé la rosa. Se le escapó una sonrisa entre tímida y vergonzosa. Intercambiamos miradas por un momento, me quedé esperando una respuesta, pero no dijo nada

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De boca en boca conseguí un brujo con una buena reputación. Aquel sujeto me recibió de brazos abiertos. Con poca información comprendió exactamente qué era lo que quería. Le pedí que los separara, que se odiaran, que perdieran cualquier sentimiento de amor entre ellos, pero sin hacerles daño. El brujo me observó con mirada acusadora.

—Si los separas, eventualmente los vas a lastimar —dijo el brujo.

Intenté ser más específico con mi pedido. Le expliqué que no quería que se enfermaran o que alguno llegase a perder la vida. Solo separarlos, porque con eso podría volver con Amelia. El brujo liberó una ligera sonrisa, como si lo que yo le dijera fuera una tontería.

—Para separarlos precisas un hechizo. Para regresar con ella necesitas un amarre —explicó el brujo.

—No es cierto. Si los separo, Amelia volverá conmigo —respondí ofendido.

El brujo tiró las cartas para ver mejor el asunto. Sonreía en cada carta que veía.

—Amelia te quiere. Pero no te ama. Simplemente, te aprecia —dijo el brujo.

—Puedo hacer que me ame si vuelve —dije.

El gesto del brujo fue ambiguo.

—Puede…—dijo —. Pero podría no hacerlo.

—Entonces haga las dos cosas. Sepárelos y haga el amarre —pedí, aunque no se vio convencido

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—¿Quién te crees que eres? —preguntó La Santa Muerte sin mover su calavera.

Intenté hablar, pero me ahogaba en el pánico.

—Conoce tu lugar, no soy tu mascota, ¿cómo puedes quitarme algo para cumplir tus caprichos? —. Dijo La Santa Muerte.

Quise disculparme, pero las palabras no salían por mi boca. La Santa Muerte se acercó a mí. Permaneció en silencio por un buen momento. Sentía un viento gélido a su alrededor que me erizaba. Comencé a llorar por los nervios, ella se quedaba allí observándome con sus ojos vacíos. Me mantuvo en suspenso por mucho tiempo. No sé cuánto pasó, si fueron tres minutos o media hora. Lo cierto es que estuve ahí torturándome solo con su siniestra presencia. La Santa Muerte acercó su mano huesuda a mi pecho, apoyó su dedo índice cerca de mi corazón. Sentí cada una de las venas de mi cuerpo arder y perdí el conocimiento.

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Intenté seducirlo y convencerlo de que solo yo podría hacerlo feliz, pero mientras más me acercaba más me rechazaba, era imposible que me aceptara como mujer. A veces, parecía que me tenía miedo. Si hacía algún movimiento repentino, él se asustaba, y yo no entendía por qué. Le hablé una y otra vez de que ya estábamos juntos, de que nos conocíamos de toda la vida, y que no tenía sentido conocer a otras personas teniéndonos a nosotros, pero no quiso entrar en razón. Luego de un mes, me explicó que ya no deseaba tener novia. Pero, yo si quería ser su novia, porque en realidad, él no lo sabía, pero ya estábamos más unidos que una pareja. Pasábamos la mayor parte del tiempo juntos, éramos más una pareja que otra cosa, pero nunca lo vio de esa manera.

Tuve que conseguir más dinero, contacté de nuevo con la bruja para un cambio de planes. Le pedí un amarre...

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—¿Quién te crees que eres? —preguntó La Santa Muerte sin mover su calavera.

Intenté hablar, pero me ahogaba en el pánico.

—Conoce tu lugar, no soy tu mascota, ¿cómo puedes quitarme algo para cumplir tus caprichos? —. Dijo La Santa Muerte.

Quise disculparme, pero las palabras no salían por mi boca. La Santa Muerte se acercó a mí. Permaneció en silencio por un buen momento. Sentía un viento gélido a su alrededor que me erizaba. Comencé a llorar por los nervios, ella se quedaba allí observándome con sus ojos vacíos. Me mantuvo en suspenso por mucho tiempo. No sé cuánto pasó, si fueron tres minutos o media hora. Lo cierto es que estuve ahí torturándome solo con su siniestra presencia. La Santa Muerte acercó su mano huesuda a mi pecho, apoyó su dedo índice cerca de mi corazón. Sentí cada una de las venas de mi cuerpo arder y perdí el conocimiento.

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la mujer me pidió que la mire a los ojos. Su sonrisa se apagó, y les juro que me sentí tan mal por ella que no tengo forma de explicarlo. Me dio la sensación de que la puse triste, me dio culpa. Hasta le pedí perdón. El semáforo se puso en verde y continué con el viaje en un incómodo silencio. Aquella mujer me pagó y me preguntó cómo me sentía. Algo en mi interior se movilizó, creo que fue una especie de mini ataque de pánico al querer decir en pocas palabras todo lo que me pasaba. El aire me empezó a faltar, me ahogaba. Aquella mujer con una paciencia extraordinaria me tranquilizó. Me dijo que la vaya a ver en cuanto terminara de trabajar. Me señaló su casa y me dijo que tocara timbre con confianza. Le dije que no tenía intención de conocer a alguien, pero ella rio. Me explicó que no quería conocerme, sino ayudarme. Ella bajó del taxi, antes de que arrancara el vehículo me señaló y me dijo:

—Esa mujer te quiere ver sufrir.

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Cuando menos lo esperamos, una presencia oscura estaba al frente de nosotros, casi a 40 metros aproximadamente. No podía distinguir que era, precisamente, una mancha con forma ovalada que imitaba una silueta humana. Los caballos se alteraron, el de Luis casi lo arroja al suelo. Salimos en dirección opuesta sin dudarlo. No recuerdo la cantidad de groserías que gritamos en el camino producto del miedo. Tuvimos que desviarnos por otro camino más largo para llegar a nuestra casa, recorriendo 3 kilómetros de más. Al llegar a casa dejamos a nuestros caballos y entramos corriendo.

Toda la familia nos vio agitados, no hacía falta decir que algo había pasado. Cuando mi madre se animó a preguntar qué pasó, Luis habló con palabras sueltas sin lograr hilar una oración. Luego de que se calmara expliqué sobre la presencia oscura a nuestro frente y como los caballos enloquecieron...

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Durante días, mi tío estaba cada vez peor. Casi no comía ni se movía de la cama. Llamamos a los médicos en más de una ocasión, pero nos decían que no tenía nada, solo un poco de presión arterial. Eran 4 médicos distintos quienes lo vieron, y ninguno encontró algo. Pero yo lo veía cada peor, se notaba en lo pálido de su rostro, en lo cansada de su mirada, lo poco que comía y su forma moribunda de caminar. Algo le pasaba y no era normal. Mi madre tuvo que venir a casa para ayudarme con él, ya que yo no estaba en todo el día por mi trabajo. Ella también lo notaba muy desmejorado, creía que algo le pasaba y no comprendía como los médicos lo ignoraban. Yo pensaba lo mismo que ella, pero si los médicos no querían ayudarlo no podíamos hacer otra cosa.

Una noche llegué tarde a casa, mi madre me estaba esperando, mi tío apenas había comido algún bocado. Ya había perdido más de 10 kilos en los últimos 10 días...

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Observó la barriga de mi esposa, y nos dijo que nosotros estábamos ahí por nuestro bebé en camino. Mi esposa casi se descompone por la noticia. Luego de que se calmara, la mujer nos dijo que el pueblo hizo un pacto con el diablo. De tal manera, que las cosechas serían abundantes, las lluvias no faltarían ni sobrarían, los animales serían fuertes con poco alimento, y siempre entraría dinero al pueblo. Pero, a cambio de un sacrificio. Cada 5 años, una criatura de entre 3 meses a 9 meses debía de ser sacrificada. Y, que les quedaban 3 meses de plazo.

Fue cuando mi esposa me recordó su refrán. “Cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía”

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El curandero confirmó lo que mi amigo me dijo, alguien me estaba haciendo brujería, y se trataba nada más ni nada menos que de la desgraciada de mi suegra, prometió ayudarme, pero conforme pasaban los días todo seguía igual; Paula no me atendía el teléfono, y cuando iba a verla no me abría la puerta, e incluso mi suegro me dió la espalda, aquél de quién yo pensaba que me ayudaría a recuperarla. Está demás decirles que a mi suegra ni siquiera quería verle la cara, fue por eso que me encolericé cuando una tarde fue a tocar la puerta del departamento que alquilaba, y con total descaro y cinismo me dijo que la dejara entrar, porque quería decirme algo que me sorprendería.

- Sé que piensas que yo tengo la culpa de todo, que yo soy la que te está haciendo brujería...

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Yo pregunté qué era eso mi papá, dijo que era una persona que se transformaba en animal, yo al escuchar esto me dio mucho miedo, tomé una biblia y comencé a rezar, pasado una media hora mis tíos salieron y pudieron ver que los perros custodiaban la puerta de la bodega, como evitando que algo saliera en ese momento, mis tíos se llevaron un gran susto cuando escucharon los ladridos y los lamentos de dolor del perro, de repente esos ruidos del animal cambiaron a quejidos de dolor como de una persona, llenos de terror entraron corriendo y todos nos pusimos a rezar, al día siguiente cuando los primeros rayos del sol tocaron las ventanas todos nos paramos y fuimos a observar a la bodega y nos encontramos nada más que unas huellas de perro y otras huellas de personas, desde ese día tuvimos varios encuentros con esos seres...

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Fue como si el mismo aire tomara forma visible por unos instantes, algo así como un vapor o humo transparente, fue sólo un instante y se desintegró, pero les juro que alcancé a notar que se había formado la silueta de una persona muy alta y robusta; a Dios gracias sentí confusión más que miedo, no obstante no quise quedarme ahí tratando de analizar lo acontecido, así que salí de la casa y me senté sobre un tronco que había bajo un árbol a esperar que regrese mi esposo. Cuando llegó traté de disimular mi estado de perplejidad, en tanto él me conversaba yo no hacía otra cosa que oírlo en silencio; estoy segura que él se dió cuenta porque en un momento dado dejó de hablar para mirarme fijamente, pero lo llamativo fue que no me preguntó nada de nada...

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Es de las cosas que jamás podría creer si no lo hubiese vivido, después de estar acostado durante unos minutos esta señora pasaba sus manos por encima de mi cabeza, poniendo unos inciensos alrededor mío y parecía que hacía un tipo de danza, en el que encendía unos habanos, los ponía su boca y después echaba el humo en mi cara… al hacer eso me dieron unas ganas increíbles de vomitar, no lo podía resistir, y cuando intenté sentarme para intentar vomitar, esta señora aventó los habanos hacia un costado, para con su mano derecha tomarme de los cabellos y con su mano izquierda sus dedos los introdujo a mi boca, créanme no paraba de vomitar, no podía abrir mis ojos, esa sensación era asquerosa, sentía que no podía desde mi estómago, pero esa señora hacía algo con sus dedos que sentía que jalaba poco a poco y eso hacía mi estómago aventara todo lo que tenía dentro...

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En un momento dado me desperté de la nada, y al rato escuché como si alguien anduviera en la sala! Primero no le presté mucha importancia precisamente porque creí que eras tú! A los pocos minutos los ruidos cambiaron de lugar, como si ahora anduviera por toda la casa! El problema fue cuando poco después comencé a escucharlos cerca del pasillo, ahí fue cuando levanté la cabeza para mirar y ví a una silueta pasando por la puerta, exactamente en dirección a tu habitación! Lo extraño fue que, por más que lo intenté, no pude ver bien de quien se trató, y eso a pesar de que pasó de forma lenta! Como las luces de la sala estaban encendidas no había tanta oscuridad, aún así no lo pude ver bien! No te asustes! Pero me dió la impresión que esa persona no eras tú, porque te juro que media casi dos metros y era una sola figura, como si no tuviera brazos o quizás usaba unas ropas que lo cubría en su totalidad! Aún así te pregunto, pues como te digo, no lo ví muy bien...

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El fallecimiento de Beto conmovió a la escuela, y no se imaginaban lo que pasaba, lo dejaron como un accidente y nunca se hizo una investigación por los hechos, yo fui tan cobarde porque no dije nada de lo que había visto en ese día del crimen, en realidad tenía miedo, pero lo peor estaba por pasar, nadie lo imaginaba ni se explicaba el ambiente del hermoso colegio pronto cambió, las flores se secaban a cada rato, el suministro de agua se cortó y la luz en todo el día se iba y venía a pesar de que se revisaba la instalación y todo se encontraba en perfecto estado, por las noches los vecinos se encontraban aterrados ya que se oía claramente el sonido de los muebles, pupitres mesas y anaqueles que se movían o azotaba en el colegio se volvió de ultratumba por la noche, y si mirabas hacia las ventanas del segundo piso claramente observaba sombras pasar...

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Él tenía el mate en sus manos cuando comenzó a temblar, mientras mantenía sus ojos fijos en éste yo le preguntaba qué le ocurría, el mate cayó sobre la mesa, y sobre él empezó a caer aquel líquido nauseabundo saliendo de su boca. A simple vista parecía sangre coagulada, pero tenía un color muy oscuro, que sumado al repugnante olor que despedía, llegué a pensar que eran partes de sus órganos en descomposición; no obstante, quedé preso de estupor cuando entre ese espeso líquido me percaté de unos movimientos ligeros, que instantes después resultaron ser unos gusanos del mismo color, asomándose de forma macabra...

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Cuando estaba profundamente dormida escuchó que arañaban el techo con desesperación, ella logró despertarse e inmediatamente el frio helado la invadió por todo su cuerpo. Los arañazos eran cada vez más intensos, ocasionando que Carla comenzara a sentir un poco de miedo, pero recordaba que lo paranormal no existía; entonces era imposible que tuviera miedo.

Ruidos extraños como gruñidos de un animal se fueron incrementando, después claramente se escuchaban pasos en el techo de la teja vieja, se oía como caminaban de un lado para otro.

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La llevamos con especialistas porque quedó ciega, le hicieron las pruebas y todas salieron negativas, de hecho se le movían animales en su estómago, pero la ciencia no tenía un diagnóstico certero, en eso se acercó un especialista y les dijo a mis padres que si en verdad queríamos a mi hermana, que dejáramos de ir a hospitales y mejor fuéramos con brujos e hiciéramos unos desalojos, porque ella estaba entregada a satanás, esa persona que hizo la maldad no descansaría hasta darle muerte, al amanecer sacamos a mi hermana de allí la llevamos a catemaco en veracruz donde la recibió uno de los mejores brujos chamanes, esa tarde la reviso y después de desalojarle parte de la maldad, ordenó que todos los días la persona con el carácter más fuerte de nosotros le hiciera una limpia, así fue y mi otra hermana empezó a limpiarla...

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Con pasos lentos miraba a un lado y a otro y nada, rechinaban algunas puertas, las ventanas que se movían con el aire, pero ninguna voz de alguna alma viva por aquí. Me lastime con el zapato y descanse junto a una puerta de una casa que tenía una banca y espere un poco.

revise mi herida en el dedo del pie y dolía bastante, no sabía qué hacer, cuando levanté la mirada a lo lejos asomándose en una casa vi el rostro de una pequeña como de 5 años, el pelo negro y los ojos extraños.

Le grité en ese momento desesperada

-oye, espera, dónde está tu mamá

-no te asustes, estoy atrapada aquí, necesito ayuda.

La pequeña se dejó notar y camino hacia la dirección donde se veía una vieja capilla, así que no dude más y la seguí, quizás tal vez su familia podría ayudarme...

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Me despojó de mis ropas, desnudo en la penumbra y en el centro del dibujo, se acercó a mí con el libro en sus manos, comenzó a leer lo que en sus hojas estaba escrito, primero, muy suave Pero conforme avanzaba la lectura ,su voz se volvió autoritaria y urgente, repetía una especie de oración pero no supe en qué idioma, repetía con un Frenesí una y otra vez lo que el libro decía, lo primero que sentí fue el viento, un viento fuerte movía nuestra casucha meciendola como si fuera una hoja de papel, la luz de las velas casi se extinguía ante la fuerza de ese viento, después un olor como azufre y podrido inundó el ambiente, cerré los ojos tenía miedo pero no me moví ni un ápice, no quería la golpiza de mamá Después de desobedecerla, el viento y ese horrible olor Era lo único que mis sentidos percibían, la voz de mi madre cesó de pronto, abrí los ojos y la vi caminar con un cuenco entre sus manos, se paró enfrente de mí y vació el contenido sobre mi cabeza...

Amado belcebú te ofrezco el alma de mi niño...

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Leyeron el libro y siguieron al pie de la letra todas las indicaciones, el objetivo era que Braulio el exnovio de Mariana regresará con ella, sin saber que la nueva pareja de aquel chico estaba esperando ya un bebé. Pasaron unos días de que se había hecho aquel conjuro con el libro de la abuela de Julia, esa noche que se llevó a cabo dicho ritual, no pasó nada anormal por lo que Mariana le dijo a Julia que no creía lo que estaban haciendo pero en el fondo deseaba que fuera cierto para tener de vuelta a Braulio. Cómo dicha situación se había generado en el final de un ciclo escolar, Julia y Mariana estudiaban juntas entonces la universidad y por dicho acontecimiento del final de un año escolar no se vieron hasta que nuevamente comenzó el semestre.

Un día antes de presentarse a clases, Mariana le llamó a su amiga para darle la feliz e increíble noticia. Julia se encontraba de vacaciones con su abuela y su madre y cuando sonó su celular se asombró con lo que escuchaba de su amiga.

__ hey, Julia no lo vas a creer!!!

- ¿Qué pasó?

__ Pues Ahh!! Cómo te digo? Braulio regresó ya regresó conmigo...

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Ya había cometido un crimen más, pero ya sabía que hacer en estos casos y no iban a sospechar de mi nunca como hasta ese momento. En mi pensamiento decía que había sido lo mejor, de lo contrario no sé hasta donde iba a seguir torturándolo sin piedad.

Retiré la almohada del rostro de aquel hombre, tenía los ojos abiertos pero juraría que se tornaron de un color rojizo y cuando lo quedé mirando un pequeño destello de luz salía de ambos ojos y sentía que aún después de muerto me seguía mirando.

Me acerqué a acomodarlo en la cama para que nadie sospechara del asesinato y justo cuando le cambiaba el pañal me tomó de la mano diciendo unas palabras con una voz ronca y temblorosa...

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Sé encontró con la sorpresa de su vida, pues era una muñeca hecha de su blusa y tenía una foto de la abuela atada con un lazo de color negro, también tenía 4 alfileres clavados alrededor del estómago. Quizás esto explica los dolores tan fuertes que tengo por las noches.

Abuela, desde cuándo te duele? Desde qué llegó esa mujer a casa, me dijo.

Mi hijo ya no es el mismo. Haber hija mira debajo de la cama, haber que más encuentras. Así lo hice, al alumbrar con la linterna del móvil no pude evitar soltar un tremendo grito de espanto al ver el gatito qué me había regalado mi abuela 4 días atrás, metido en un bote lleno de un líquido amarillo parecido a la orina.

basta larguemonos de aquí hija...

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Yo me apresuro a echar más leña para que la candela tome fuerza, en el momento que el me está hablando, dentro de la carreta mis mascotas se están alimentando con su pequeño...

Volteo y veo a éste hombre desesperado y lloroso, pero en mi mente sólo pienso en revolcarme con el por todas partes...

- Señor cual es su nombre? Le pregunto fríamente.

El me responde- discúlpeme mi nombre es Andrés, mi hijo Andy lo a visto por favor...

- No, Andrés, lo siento, apenas un momento vi el niño y una niña y a usted más nadie... aunque vi un oso negro cerca de aquí, espero que no haya atacado a su hijo y que esté bien, mañana cuando busque unas plantas medicinales que necesito, estaré pendiente por si lo veo...

Andrés se despide y sigue buscando toda la noche a su hijo...

En la mañana temprano preparo un muñeco vudú para amarrar a mi Andrés...

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Dijo mi abuelo que en su primer noche de guardia vieron a esa criatura volando por encima de ellos a varios metros de altura y dijo que era de alas muy largas pero de el cuerpo no mucho casi de un metro de altura y con esto la gente ya ni salía de noche por temor.

En una ocación el hermano menor de mi abuela enfermo y había la urgencia de ir por un doctor y su madre la mando a mi abuela y a su hermano mayor, era muy lejos el pueblo mas cercano, así que mi abuela y su hermano mayor fueron por un doctor, pero en el camino vieron que metros adelante cayó del cielo una sombra oscura mas no los atacó y de regreso con el doctor ya no estaba dicho animal, llegaron con bien a auxiliar al enfermito pero al contar lo visto ya no los dejaron partir a acompañar al doctor...

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Disculpe usted... ¿y cómo es que puedo cambiar mi destino? ¿Qué tengo que hacer? ¡Hare lo que sea necesario! exclamé

El hombre al escuchar mis respuestas y mirar mis ojos desesperados me sonrió amablemente, pero en aquella sonrisa había algo que erizaba todita mi piel, aunque si me preguntaran no sabría decirles cómo era exactamente esa sensación. Mirando fijamente mis ojos me mostró de un bolso una “santa muerte” explicándome:

-Sólo tienes que pedirle con todas tus fuerzas lo que deseas a esta imagen, ella te concederá todo lo que le pidas, pero a cambio tendrás que hacer lo que ella te diga, es decir, “pagaras favor con favor”

Escuchando aquellas palabras del hombre misterioso acepté la imagen, pues en mi interior me decía a mí mismo “no creo que sea tan difícil”.

Desde ese momento mi suerte cambio por completo…

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De cantar su tue tue cambió a chillidos de dolor y muerte, y callo incrustándose esa cabeza con alas en el cuchillo y vi como cambió por la cabeza de mi tío y aunque parezca horrible me alegre, pero fue interrumpida mi alegría por el grito de mi tía a la cual fui en su auxilio y vi como ella estaba horrorizada, pues estaba el cuerpo sin cabeza de mi tío y me miro y abrazó agradecida por sacarla de ese trance ó embrujo del cual mi tío la tenia presa por medio de hechizos, el embrujo la tenía cautiva por tantos años y desde ahí cambió mi tía y también mi primo, pues el lo tenía embrujado sabrá Dios porque, si era su hijo...

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-Ayudeme,que me hicieron?

-Hija a ti te hicieron algo malo pero vamos a ver quien fue la hija de la chingada que te hizo eso vamos a sacarte eso que te dieron, dijo el señor sacando unas hiervas de un morral poniendolas en agua hirviendo mientras miraba el vientre de mi hermana.

-te dieron algo de comer hija vamos a sacarlo no te preocupes yo se de eso.

-el señor le dijo a la mama y a su comadre que salieran del cuartito y que el las llamaria cuando fuera necesario mientras le daba un te a mi hermana con las hiervas que puso a hervir.

-Tomalo y vamos a ver, dijo el señor

Saco unas hiervas y empezo a rezar y barrer a mi hermana mientras se tomaba ese te diciendo rezos y palabras que no entendian hasta que mi hermana empezo a convulsionar y a decir.

-Que quieres maldito perro ,con una voz bastante gruesa que oviamente no era la suya

-Quien te mando? Dijo el señor rociando agua bendita -Dime quien es?

Mi hermana se revolcaba sobre la cama cuando despues de un rato de preguntas, insultos y agua bendita el señor salio por mi mama y le dijo...

-¿Quien es Maria?

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Nunca acostumbro a dar aventó a nadie por seguridad, ví que traían una niña como de 8 años que me hizo recordar mi pequeña hija y accedí a llevarlos y hasta les compré galletas y jugos pues se miraba que tenían hambre.

Nos fuimos y en el trayecto les pregunté que a que iban allá o si vivían por ahí y me dijeron que iban a un velorio y les urgía y que por eso me pidieron aventón y me dijeron que 3 familiares habían fallecido en un accidente en carretera y les dije:

-Orale que triste amigo a de ser feo perder tres familiares de un fregadazo !!!

Apartir de yo decir eso todo empezó a cambiar, pues de reojo vi que a la niña se le estaba metiendo una mosca por su nariz y le dije al padre y este solo sacudió su nariz con la mano...

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Se escuchó que esa voz se alejaba con un llanto muy lastimero, lleno de mucho miedo, de repente se hizo un breve silencio, la cara de doña Remedios continuaba con sus ojos cerrados, pero su rostro tomó una forma demoniaca, su cabello se le erizo hacia los lados como si tuviera electricidad, empezó hacer extraños gruñidos con su boca a la vez que se balanceaba hacia Rosario como si quisiera con sus manos pálidas y casi huesudas apretarle el cuello. Ella se asustó y se alejó de aquella mujer que parecía ésta vez poseída

Empezó hablar con una voz grave como salida de una película, para Rosario en ese momento, le parecía estar experimentando una escena de un capítulo del exorcista.

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Cuando cerré la puerta del cuarto, regresé a la cocina para tomar agua y no les puedo explicar el terrible horror que viví en esos momentos.

Al entrar, estaba parada en medio de la cocina, una escalofriante mujer completamente de negro, era medio pelona y su cabello era largo, sus ojos eran rojos y no dejaba de verme con su mirada penetrante, tenía unas garras largas y negras🙅 ¡¡¡Era una bruja!!!

Del susto comencé a gritar desesperada y a correr lo más rápido que pude al cuarto de mis padres, cerré la puerta con seguro y prendí el foco gritándoles para que despertaran.

¡Ni uno de los dos me escuchaba!, los movía muy fuerte pero nada, parecían estar en un sueño profundo ni siquiera mi hermanito se despertaba por los gritos...

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Me asomé por la ventana de enfrente, para descartar que no fuera un ladrón queriendo entrar a mi cása o la de algún vecino.

Abrí la cortina y lo que ví, me hizo tirar el recipiente con agua que tenía en la mano, se me erizó😨 la piel al ver a la cabra negra caminando en sus dos patas de atrás😳, mientras hacia un sonido que ya no parecía del animal, sino más bien, una risa humana🗣️.

Me quedé congelado🥶 ante tal imágen , la cabra volteó a verme y se quedó detenida un momento mientras yo grité del susto.

La cabra se fue caminando y seguía “riéndose”😳, yo cerré la ventana y corrí al cuarto, mientras mi esposa trataba de calmar a mi hijo, que seguía llorando y me preguntaba qué había pasado,le conté lo ocurrido y ya no pudimos dormir hasta que amaneció, por cuidar a nuestro bebé de cualquier cosa que pudiera pasar...

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Segundos después el viento sopló tan fuerte que logró apagar el poco fuego que quedaba en las brasas, y Vicente huyó despavorido perdiéndose en la nada, en esos instantes el frio comenzó a apoderarse de mi cuerpo y nuevamente no podía realizar ningún movimiento. Asustado por lo que me estaba pasando, la frente me comenzó sudar a chorros y el corazón no dejaba de latir con todas sus fuerzas dentro de mi pecho. Momentos después, aquella mujer se puso de pie dándome las espaldas para alaciar su largo cabello con la punta de sus dedos, podía leer los movimientos que hacía y cómo se meneaba al compás del movimiento que realizaba al cepillarse con sus dedos. El viento la acompañaba nuevamente pues no dejaba de soplar y ella seguía dándome las espaldas mientras yo me congelaba sin poder moverme, hasta que por fin pude decir unas frías palabras:

__ ¿qui……quién eres? ¿quée, me está pasando?....

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Estuve dando muchas vueltas dentro de los pasillos, alrededor de las tumbas hasta que vi a un empleado del cementerio y le pregunte, él me miró con desconfianza y se negó a cooperar conmigo, le ofrecí una suma de dinero y aceptó.

Me llevó al pie de una tumba y me dijo:

"Aquí esta este, le arrancaron la vida hace poco con muchos disparos en todo su cuerpo"

Yo le entregué el dinero y se retiró.

Agarré 3 puñados de tierra de alrededor de la tumba y los metí un frasco regresándome así a casa. Tenía que dar inicio al hechizo ya que contaba absolutamente con todo lo necesario para realizarlo. Hice todo lo que se me pedía, una de esas cosas era tirar la tierra del cementerio por donde pasara la mujer que me gustaba...

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A la mañana siguiente salió para el camino que subía hacia la montaña, en aquel lugar se hablaba de una anciana que era bruja y que no era bien recibida por nadie por tal motivo vivía muy alejada de todos los del pueblo.

Jovita con la mente totalmente confundida se dirigió a solicitar los servicios de aquella mujer para obtener el cariño de ese joven con quién se había obsesionado.

Llegó hasta la cima de la montaña, a lo lejos podía observar una pequeña choza y supuso que era de la bruja del pueblo. Se dirigió a la puerta y tocó para que se le abriera.

La anciana acudió al llamado y la recibió, Jovita le contó toda la historia y la petición que iba a hacerle

__ Por favor señora, quiero que ese hombre se enamoré de mi, se vuelva loco por mí

__ usted podría hacer eso?

__ claro que sí. Contestó la mujer __ para mí no hay imposibles, si tú lo deseas, ese hombre te amará por completo solo a ti, para el no habrá mujer más hermosa que tú y su corazón te pertenecerá por siempre.

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Por las noches ya nadie quería quedarse solo en un mismo lugar en las guardias, preferíamos estar acompañados. Los ruidos no cesaban sobre todo en la sala de partos, psicofonías de llantos eran de manera recurrente escuchados.

A los dos días siguientes entraron a labor de parto tres mujeres al mismo tiempo, esta vez el director optó por vigilarlas todo el tiempo así que se organizaron las guardias que teníamos que seguir.

Yo me tocó por desgracia en el turno de la noche junto con Ezequiel, así que nos dispusimos a colocar un pequeño sillón en el pasillo de las habitaciones, con un poco de luz y una TV con una videocasetera para ver unas películas.

Aún recuerdo que la señal de la video casetera fallaba mucho y se veían en ocasiones borrosas las películas. La luz siempre estaba parpadeando constantemente pero pensamos que posiblemente pudiera ser la lámpara (ya que la instalación estaba en perfectas condiciones).

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Deseaba venganza, quería acabar con acabar con la maldad que encontrara a mi paso, ofrecer justicia a fuego

contra fuego quería que me diera la oportunidad de vivir solo un poco más y cobrarle a todas las personas que de alguna

manera me habían hecho mal, que me habían humillado, tardo ni perezoso, ahí estaba en un abrir y cerrar de ojos, “Hola

muchacho”, dijo aquel señor, estaba recargado en un árbol y te mentiría si te dijera que me había dado cuenta de su

presencia. “¿Eso que traes en la mente, estas seguro?”, si señor, puedes cobrar todas esas almas que estoy a punto de

arrebatar, al fin y al cabo, tienen maldad en su interior...

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De pronto algo se rompió, era como un objeto de cristal. Luego un golpe hizo azotar la puerta de mi habitación y al levantar la mirada hacia las escaleras; ¡ahí estaba de pie una sombra con forma humanoide! ¡no se movía y en lo que era la forma de su rostro, dos luces brillantes resplandecían como si fueran sus propios ojos. Jadeando terminé de bajar los últimos escalones que me quedaban, luego con la falta de aire me fui hacia la cocina cojeando, sosteniéndome de la pared para no caer al suelo. La sombra no se movía y seguía en el mismo lugar, pero en cuestión de segundos cuando me di la vuelta esta ya no estaba.

Entré a la cocina para tomar un poco de agua, cuando abría la llave del grifo, miré que en la tarja estaba el cristo negro que mi abuela había encontrado. Lo tomé entre mis manos y en esos momentos la voz de mi abuela me sorprendió encendiendo la luz de la cocina...

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Mi cuerpo se inmoviliza, no puedo mover ninguna parte de mi cuerpo, intento gritar, pero es inútil, aquel ser me tiene bajo control totalmente. De repente siento una garra peluda en mi cuello que casi me asfixia, logro tomarlo con una mano, pero está es enorme y tiene más fuerza que yo, al final me vence...

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La historia narraba los hechos de una mujer que enloqueció porque su esposo la engañó con su hermana y para vengarse del marido ya en su alto nivel de locura, le arrancó la vida a sus cinco hijos y les mandó de regalo al esposo sus cabezas, después la mujer se colgó en la lámpara que está justo sobre la sala.

Desde ese entonces las autoridades sellaron aquella casa y a consecuencia de todos los hechos las actividades paranormales comenzaron a suceder...

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Pronto la vista se me aclaró y a pesar de que no había luna llena, aquello que brillaba eran más que nada los ojos de unas mulas que relinchaban y galopaban con toda su fuerza.

Jalaban una carreta como de fierro totalmente como si fuera de color negro (en realidad así la percibía en ese momento) sobre la carreta alguien tiraba de los caballos con un látigo para que estos siguieran galopando por lo que se quedaban de dolor al mismo tiempo.

No pude ver quién era la persona que tenía el control de la carreta ya que llevaba una capucha que le cubría la cabeza y solo podía ver sus manos usando el látigo pero que se protegían con unos guantes de color negro.

La carreta pasó en ante mis ojos, dirigiéndose hacia los campos de cultivos, eran tan rápida la velocidad de las mulas, que las ruedas de la carreta emitían pequeñas chispas que alumbraban la oscuridad...

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En realidad escuchaba decir que era de unas monjas que ahí cuidaban niños huérfanos mientras la madre de ahí les buscaba familias, y parece que lo lograba ya que en momentos ya no había ningún niño hasta que llegaban otros hombres con nuevos grupos de 20 a 30 pequeños.

_ Lo extraño es que un día se fueron todos los niños que llegaron la última vez que supe del orfanato y tiempo después encontraron muertas a las monjas de aquella vieja mansión, dice mi madre que se habían suicidado pues sus cuerpos estaban frente a la puerta de la casa destrozados y dos de ellas colgaban desde lo alto de una campana.

_ solo se recogieron los cuerpos, más nunca entraron al lugar ya que por razones desconocidas permanecía cerrada hasta la fecha...

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Al presenciar tan espantosa escena, mis ojos se aterraron y el sudor me comenzó a inundar por todo mi cuerpo, le corazón impulsaba mi pulso a tal grado de perder mi equilibrio con un mareo. Tomé fuerzas y al querer retirarme de ahí al dar la vuelta tropecé y caí haciendo mucho ruido.

Una voz escuché que se acercaba a la puerta, mi corazón casi saliendose del pecho, me recordó que tenía que irme de ahí, así que junte mis manos para levantarme rápidamente y me logré esconder dentro de una cómoda vieja de ese mismo pasillo

Escuché que abrieron la puerta, era la madre Piedad, sacó únicamente la cabeza y mirando para ambos lados volvió a entrar y cerró la puerta.

Al asegurarme que ya no había nadie, salí aprisa del tercer piso y me regresé a mis labores en total nerviosismo que llamé la atención de los otros niños. Y aún recuerdo perfectamente el terror que sentía por todo mi ser, y supe que desde ese momento mi vida ya no iba a ser la misma...

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En esas escenas despertaba exaltada y gritaba de terror, la abuela con su mal genio acudía a mi llamado y me abrazaba tratando de calmar el miedo que en mi emanaba en el instante. Después me dejaba para que yo intentará dormir.

Tobi me veía desde la esquina de mi habitación, algo lo había atemorizado y ya no quería hablar, yo pensaba que a lo mejor mi actitud lo había asustado, pero algo había en sus ojos que lo atemorizaba por completo.

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En esos momentos la mujer desapareció completamente, pero mi hombro seguía doliéndome mucho. Me puse una chaqueta y de inmediato me dirigí a la casa del incendio. Cuando llegué miré que no se había consumido totalmente por el fuego. Entré a pesar de la restricción que había acordonado el lugar y comencé a mirar qué había dentro.

Era una casa decorada con objetos antiguos, desde los muebles hasta los cuadros que había en las paredes. Todos esos cuadros eran de mujeres diferentes, pero lo que más llamó mi atención fue que en todas esas mujeres de los retratos, estaban acompañadas por el mismo hombre de aspecto macabro.

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Todos los viernes de cada mes en la secta " luna llena" realizaban sus rituales correspondientes y precisamente fue en el mes de octubre donde la próxima reunión que iban a tener iba a hacer muy significativa, ya que según prácticas o creencias a las entidades oscuras que veneraban, era el momento para un sacrificio y entre más grande fuera la recompensa sería doble o triple, sobre todo para las brujas que integraban la secta.

Genoveva por ser la líder junto a su madre ellas tenían que preparar la noche del ritual, y en esos Lucrecia le ordenó a su hija llevar a cabo un sacrificio humano.

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Pero que era eso, parecía un ser incompleto, solo brazos largos y extremidades incompletas, sin cabeza ¿de dónde sacaría la boca para morder ?

De pronto recordé que había alguien en mi cuarto y que no había despertado.

Sentí aún más miedo, miedo de saber que lo que estuvo conmigo mato a todos mis amigos.

Regrese a la sala con un objeto largo y filoso, despues entre a mi cuarto a revisar quién era la que habia pasado la noche conmigo.

Al entrar note que habían apagado la lámpara, poco a poco camine y me sitúe casi en medio y grité...

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Y seguí llorando incado, mirando como Víctor salía del espejo que estaba al lado de la puerta.

Vi como se levantó sin perderme de vista, era tan parecido a mi, mirándome a las risas me dijo.

Gracias por la cena.

Sarita y su amigo reían de mis gritos y de mi llanto.

Pero pronto callaron.

Sarita miraba como enfrente de ella Hugo poco a poco se fue levantando, Hugo ya no era el mismo, la cara, sus brazos y manos eran diferentes, sus ojos brillantes y oscuros le decían que tenía que huir de ahí, pero sus piernas por alguna extraña razón no le respondían...

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En eso estábamos cuando escuché que alguien iba subiendo las escaleras.

Cuando llegó arriba me di cuenta que era mi hermano.

Hey hermano !! Dijo Joan

Qué haces aquí ?

Cómo sabías que aquí tenía tu regalo ?

Lo tengo escondido ahí

y señaló hacia donde estaba Julián.

Yo mire que se acercó a Julián y ni siquiera lo miró ni le hablo..

Joan !!

Tanto odias a Julián que ni siquiera lo saludas ?

Hermano ya vas a empezar otra vez con eso !!

Ya te dije que Julián no existe.

El murió hace tres años !!

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Regrese mis pasos mas aprisa al cuarto de mi hijo para ver que había pasado, cuando llegue al cuarto, la puerta estaba cerrada y los gritos se escuchaban aún más fuertes y yo gritaba.

¡ Yaiiiiirr, abreme hijo por favor !

Y empujando, golpeando la puerta por fin pude entrar.

¡ mi hijoooo !

grite preocupado.

¿ Donde estas hijoo ?

Al fin lo ví en una esquina del cuarto, enrollado en una sabana llorando temblando.

Lo desenrrollé de la sabana y él me gritaba.

"te dije que no me dejaras solo, ellos desean llevarme y ella lo desea más"...

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De inmediato Olga cayó al piso estornudando y revolcándose, por el polvo que le fue arrojado en plena cara.

Después sus gritos y maldiciones que escuché sin dejar de verla, cómo se estaba convirtiendo cómo realmente era..

Una anciana horrible, pelona, con uñas tremendas y demasiado delgada, encorvada y con ojos de lumbre.

Malditos sean !!

Esto no se quedará así !!

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Ella empezó a llorar y a decirme con desesperación...que no la corriera, por lo menos hasta que su esposo saliera de su casa, para que ella pudiera volver.

Yo estaba enojado y preocupado pensando que mi esposa llegara y se pudiera entender mal las cosas, pero pues me dio pena y me quede callado y le dije que si iba a demorar mucho su esposo en salir, ella dijo que en 20 minutos, así que solo deje que pasara el tiempo, ella no dejaba de llorar y le invite agua y aceptó, luego de tomar me dijo, "quiero que me perdone por haber venido a molestarlo, pero eran mis hijos o los de usted...

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San Agustín era un pueblo muy unido, y todos nos queríamos tanto, íbamos a misa, nos preocupabamos de los demás, en fin buenas personas.

Pero un mal día llegó un hombre con una carreta y dos caballos negros y hermosos jalandolo, su conductor, un hombre de negro con mirada perdida y boca de serpiente, envenenó a todos aquí, empezó a decir que tenía la pócima del siempre vivir, la pócima que haría que la misma muerte se alejara de este pueblo, y que nunca nadie moriría, que a los enfermos los curaría y que a los ciegos haría ver y a los inválidos aria caminar, un hombre que hablaba como si el mismo Dios hubiera bajado del cielo y nos hubiera venido a iluminar con ese ser que nadie conocía...

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Solo mire enfrente de mi, unas imágenes bellas, y vi a mis amores tomados de la mano llamándome, veía sus bocas moverse, mi hermano y a mi madre más bellos que nunca, se miraban tan felices, tan sanos...

Después otra imagen donde miraba como el hombre que fue mi padre abusaba y privaba de la vida a mi madre y hermano con unas risas tan enfermas que volví a sentir ese odio bárbaro !!

El volvió hablar...

Iván debes de elegir qué camino deseas, me hablaste y te doy la oportunidad de escoger, y te presento la imagen verdadera de lo que está pasando.

Debes de elegir ahora...

Yo cerré mis ojos y contesté:

Quiero mi venganza.!!!

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El caso fue que a partir de esos días el ambiente del hotel cambió por completo, la gente se quejaba que escuchaba murmullos de mujeres, gritos y lamentos; que veían también sombras de esas mujeres por los pasillos y nadie absolutamente nadie quería hospedarse en aquella habitación con el número 27 donde hallaron los cuerpos. Al paso del tiempo el hotel perdió clientes y a consecuencia de ello cerró sus servicios...

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Sabía que me quedaría sin cenar esa noche pero qué importaba ?

Ahora lo importante era ella, mañana la llevaría alguna comandancia y la entregaría, para que buscarán a su mamá yo no tenía los medios ni fuerzas para poder lograr encontrar a esa persona.

Con unas preguntas que me sacudierón, tuve que cambiar de parecer.

Dime Jorge,

porque no quieres ayudarme a encontrar a mi mami ?

Yo sé que tú eres una buena persona, tus ojos me dicen que has sufrido mucho y que no te gusta ver sufrir a nadie y menos a los niños...

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Me fuí a recostar y tomé un baño, pero ésta vez sentí mi cuerpo muy extraño, como si no fuera el mismo. Desde ese día, empecé a soñar situaciones y escenas extrañas con hombres negros que sacrificaban a una persona en una hoguera y me despertaba exaltada del miedo.

Así paso por demasiados días la misma escena en el mismo sueño. Pero en una ocasión que volví con esa pesadilla, me vi dentro de ella como si hubiera viajado al pasado, mire alrededor y varios hombres y mujeres de color negro tomaban a un hombre y lo ataban a un palo para prenderle fuego.

Todos gritaban

"Brujo"

"Brujo"

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Camine como 10 metros y algo me dio que me hizo voltear a ver a don Gaspar.

Gire a verlo y logré ver a alguien sentado con el, me quedé quieto y espantado, ya eran las 11 de la noche y había una lámpara cerca de la banca de dónde estaba don Gaspar, no estaba completamente obscuro.

Si vi a alguien y era una mujer vestida como si fuera una monja que tomaba las manos de don Gaspar y vi como él se levantaba y caminó con ella hacia unos arbustos y se perdieron...

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Temblando de la impresión y de ver como un ser se materializaba en el centro de la mesa, mi corazón retumbaba a mil por hora, era algo que no era humano más bien un tipo de dragón con cuernos, cola y rostro demoníaco,

no podía soltarme de las manos, por más que me jalaba todos los demás tenían los ojos cerrados, el vidente parecía un muñeco zarandeado con violencia, don Ricardo, gritaba pero sin abrir sus ojos, la tía abuela esposa del Fernando parecía reír y llorar al mismo tiempo, Bruno y su Madre, solo gritaban sin abrir los ojos.

Nadie abrió los ojos, solo yo !!

Solo yo !!

vi al demonio que salió de ese lugar, no era humano, era un demonio...

Y por consiguiente el me miró y sentí como entro en mi mente...

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Lastimosamente fue un breve espejismo, despegue mi ojo del ojo mágico y al darme vuelta, quede horrorizado, aquel hombre encapuchado estaba frente a mí. No dejaba ver su rostro, utilizaba una túnica, que lo cubría de pies a cabeza, de color azabache, con los filos desgastados y rotos. Intenté golpearle con el perchero, pero estaba en estado de shock, incapaz de decir o hacer algo, para defender mi vida.

– Has estado triste, mucho tiempo – dijo el encapuchado...

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Parecía que caminaba en cámara lenta, cuando pase frente a él, no sé cómo pero pude verle esos ojos.

Brillaban como dos rupturas en la obscuridad, dos pequeñas luces brillantes que me miraron y de pronto se levantó, siempre observandome y yo mirando lo alto de su anatomía.

El temblor de mi cuerpo parecía una maraca de músico, la mandíbula tiritaba como si tuviera un frío de los mil diablos y de mis ojos salía sin cesar lágrimas del miedo horrible que tenía.

Lo peor fue cuando me habló por mi nombre.

"Román, te eh estado esperando, aquí tengo lo que as deseado toda tu vida"

"Observa mi regalo"...

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Ella se llamaba Julia,- me dijo.- Era mi hija. Lamentablemente falleció hace dos años. Como no oía siempre vivió alejada de la gente. Su única compañía fue ese gato. Todas las tardes iba a esa casa a estar con él. La señora que vivía ahí quien era su dueña, se lo dejó cuando se mudó sabiendo que ella lo quería mucho y era su única compañía. Pero cuando mi hija falleció el animal volvió a esa casa.

-Pero yo la veía casi todas las tardes. Así como lo estoy viendo a usted ahora...

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Ella anda en las calles, los parques, los bosques, los ríos, buscando, llorando a los gritos, a su hijo o hijos.

Dicen que esta señora lo busca porque lo abandonó desde que era un bebé y ahora lo está buscando.

Pero Dios no la va a dejar encontrarlo, porque es una mala madre y debe pagar su mala obra.

Y nosotros pensamos en nuestro amigo Yosie"

Mirándolo fijamente le dedicó una sonrisa de maldad y finalmente le dió la estocada diciéndo.

"Tal vez sea tú mamá Yosie, qué te está buscando...

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Necesito de tu ayuda, solo tú puedes ayudarme, sácanos de ese túnel, a mi madre mis hermanos y a mí, por piedad, quiero descansar en paz, solo no vengas de noche por qué sería fatal para ti, ahora vete que no demora mi suplicio, vete Jorge y no olvides sacarme de ahí.

Desapareció entre la obscuridad y empecé a escuchar gritos horribles, no lo pensé más y salí de ahí como relámpago, no pare hasta llegar a casa, muy asustado.

Ya en mi cuarto pensaba en lo que había pasado, no era un sueño no lo fue, lo viví en realidad, ahora cómo le are para sacar de ahí a Esther y su familia...

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¿Qué es esto? Dije

¿Aparte de rara e india también es Satanica?

Y ella por fin habló...

No Julián, nada satánico es la Santa Muerte, no pertenece a ninguna religión... y deberías tener más respeto...

Solo eché una carcajada y dije...por fin habló la pata rajada, no sabe que estamos en una escuela católica...

Y en un impulso de estupidez tomé esa imagen y la Azote contra la pared y se partió de la parte baja y también se quebró la mano qué sostenía la guadaña...

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El abuelo se quedó sentado en su silla y dio un trago a su copa, se reclinó hacia atrás y sus ojos se tornaron totalmente blancos, al mismo tiempo que balbuceaba algo escalofriante, mordía sus labios y brotaba el vital líquido bermellón a borbotones manchando así sus ropas que al ser de un color claro era más que escandaloso lo que estaba sucediendo. Yo corrí hacia la habitación donde me quedaba y de inmediato me cubrí con la sábana creyendo que estaría a salvo de lo que acababa de ver.

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Cuando ya creo habíamos salido de la ciudad, se me presentó dentro de mi mente aquella dama de negro pero con su cara esquelética y sus brazos extendidos hacia mí primero poniéndose un dedo en su boca tratando de decirme que me quedara callado y después como si fuera a darme un abrazo grande y fuerte, como si quisiera abrigarme, cuidarme.

En ese momento escuché gritos de personas y chirridos de llantas, sentí golpes, miré oscuridad y alguna que otra luz, luego un silbido agudo que taladraba mi mente y que se mantuvo ahí por no sé cuánto tiempo...

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Quedé perplejo cuando ví que Jairo estaba pegado sobre el techo de la habitación... Pero algo lo sostenía del pecho, y a la vez de su cuello... Sus piernas colgaban, y sus manos se aferraban aparentemente a las manos que presionaban su cuello... Como tratando de quitarlas y de ése modo liberarse... Jamás olvidaré sus ojos... Mi amigo agonizaba sin dejar de mirarme, suplicando por vivir... Fue tanto el odio que sentí, que me levanté y salté tomándolo de sus piernas para bajarlo... Comencé a gritar desesperado, y mientras jalaba a Jairo hacia abajo llamaba a mi padre por auxilio...

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Sin pensarlo más entró dentro y lo que vio la dejó boquiabierta,

Su padre entre las manos de un ser esquelético, sin carne en su cara y sus manos, pero aún se podía ver la sonrisa que esbozaba, era terriblemente horrible, su chal negro, sus manos huesudas y esos ojos que parecían quemar por lo rojo y brillosos que miraban, daban un terror tremendo que solo el amor y lealtad a alguien podría soportar.

¿Quien eres?

¿Por qué le haces daño a papá ?

Por favor no lo dañes !!

Si eres el joven que ayude por favor ayúdame ahora a mí...

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Con los ojos cerrados esperaba las mordeduras, pero dejé de escuchar los ladridos, abrí los ojos y solo había un coyote y era grande, más bien parecía lobo, un ejemplar de animal, era hermoso, me miraba serio, en mi persona sentía escalofríos tras escalofríos, hasta que volví a preguntar...

Holaaa !!

Donde estaaaa !!

Quién eres?

Contesta por favor.

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- Ha pasado mucho tiempo en soledad y se que a ti te pasa lo mismo, acercate.

No podía moverme estaba paralizado, pero no tenía miedo, todo lo contrario sentí como me tomo de la mano, sin pensar camine a su lado entramos al agua, ella se giró hacia mí, me tomó del rostro, sentí como sus labios se unían con los míos era un toque helado pero sentía algo distinto algo que hace mucho tiempo había perdido, la tome por la cintura y la acerque a mi su piel fria y humeda me erizo la piel, poco a poco me fue quitando la ropa al quedar desnudo entramos un poco más en el agua, ella puso sus brazos sobre mis hombros y poco a poco se levantó...

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Como sea logré ponerme de pie, y cuando comencé a caminar hasta allí escuché a mi hijo llorar...

Hasta el día de hoy no comprendo qué fue lo que pasó, quizás fue el amor paterno del que tanto hablan, pero en ese momento saqué fuerzas y llegué corriendo hasta allí... Cuando entré al cuarto quedé horrorizado, no podía creer lo que veían mis ojos... Al costado de la cama estaban mi esposa y mi suegra, inmóviles, gritando desesperadamente... Y en una esquina se encontraba aquella mujer levitando sobre el piso, nos miraba y sonreía como burlándose mientras sostenía a mi bebé entre sus brazos...

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---Si, es qué es lo que le decía Don pancho, los camioneros desconfían, pero hacen bien...muchos de ellos me platicaron qué los han asaltado y que saben de compañeros que han muerto en ese tipo de situaciones, que por eso no suben a nadie en sus trailers...

Bueno blanquita, yo no creo que tu hagas esas cosas ¿Verdad?

---Creo que hoy es buena noche para eso pancho...

¿qué dices?

---Es broma Don pancho jajaja

Vaya sentido del humor niña...

La conversación era amena y yo iba muy despacio...a pesar de que iba descargado...

Estaba espejeando...cuando vi que de su bolsa tomaba algo entre sus manos...

Y parecía ser una estatuilla de unos 10 centímetros.

¿Qué es eso mija? Le pregunté

---Es una Santa Muerte pequeña Don pancho...

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Cómo pudimos la llevamos cargando pero la verdad por poco y no llegamos tenía mucha fuerza y los dos hombres ya se estaban echando para atrás al ver que mi esposa estaba poseída por algo oscuro.

Pero a Dios gracias llegamos hasta la casa de mi suegra.

Los gritos despertaron a casi toda la colonia y afortunadamente también a mis cuñados, ya entre 6 personas pudimos al fin meterla a la casa de mi suegra y ya ahí la amarraron con sábanas y la enrollaron con ellas.

Yo estaba muy tembloroso y lleno de terror jamás había pasado por mi mente algo así y que le pasara a mi señora, era horrible en verdad...

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No Daniel, no es necesario firmar nada, me basta una gota de tu sangre y todo estará concluido.

El tomo mi mano y con sus dedos pincho y salió la sangre, roja y viviente, eso es todo Daniel.

Mañana ve a dar una vuelta y compra un papel de la lotería.

Te llevarás una sorpresa, lo de tu hijo aún no hay prisa, disfruta de mi regalo.

Y se esfumó en la oscuridad, lo único que ví cuando se alejó fueron sus ojos rojos y esa risa siniestra..

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Se volcó en su auto y murió al instante en ese lugar...

Yo no podía creerlo, lloré como nunca por la pérdida de mi amigo...

Fui a su funeral pero no me atreví a verlo, pues quería recordarlo como siempre lo vi en vida...

Tuve oportunidad de hablar con con Ernesto y el de dijo que seguía viendo ese espectro que no lo dejaba en paz, pero que estaba tomando terapia para poder vivir con eso, ya que el creía que era una enfermedad psiquiátrica la que tenía, y cortó de tajo el tema, ya no me quiso mencionar más, pues no le parecía un tema agradable en ese momento, terminó la conversación diciéndome qué pronto le pediría matrimonio a Andréa, el estaba feliz y sonreía cuando me lo decía...

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Un mar de personas niños, mujeres, hombres, ancianos caminado muy felices cargando sus ofrendas, comida de las más variadas, todos iban felices, más no alguien que extrañaba y amaba profundamente, su esposa, su compañera de toda la vida iba llorando cargando excremento de vaca, y una veladora.

Don Severo quería alcanzarla y pedirle perdón, pero al ver más atrás también encontró a sus padres llorando con su plasta de excremento de vaca.

Ese hombre no se volvió loco tal vez por que Dios no lo quiso pero poco faltó el dolor era tan insoportable que se desmayó...

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No sé cuánto tiempo estuve así abrazado a esta chica, pero cuando me desaparte de ella parece que había descargado cientos de kilos de dolor y me sentí mucho mejor. La miré a sus ojos y le di las gracias por ayudarme a sacar mi dolor, ya que no había podido ni llorar en el funeral ni el sepelio de mi hijo, por cuidar de mi esposa y no dejarle que me viera derrotado. Ella me miraba sonriendo y me dijo.

Estoy muy contenta de haberte ayudado Beto.

Quiero que te vayas a dejar tú carga y regreses con tú esposa, ella estará mucho mejor ya lo verás, y tú, estarás mucho mejor después de esto querido amigo.

Maneja despacio y nunca dejes de tener fé en ella, ella ama a sus creyentes, la vida se compone de sorpresas y tú te llevarás muchas después de hoy querido amigo. Unos golpes en la puerta me hicieron brincar de mi asiento.

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Son almas desdichadas que mataron y traicionaron y están esperando su condena final.. son las que más mal les va.

Seguimos caminando y de pronto una puerta se abrió y una luz segadora absorbía a muchas personas, que estaban cerca, y ellas amigo quienes son ?

Ellas son las aceptadas por Dios.. dijo con tristeza.

Amigo, los suicidas ?

El se quedó callado un momento y después dijo, los suicidas siempre andarán vagando sin encontrar la paz, ni amor, ni nadie que los ayude..

De pronto me apretó de la mano aún más fuerte que me dolió,

preparado ahí viene...

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¿Qué diablos ?

Miré hacía el vidrio y el espejo retrovisor y no había nada.

Tome mi arma que tenía debajo del tablero y me dispuse a dar batalla.

Revisé que estuviera cargada y sin seguro y me preparé.

No sabe dónde vino a meterse este rata !!

Un ligero temblor en mis manos, pero mí mente muy alerta, y es que ya me habían asaltado en varias ocasiones y ya había repelido a varios asaltantes y está vez no sería la excepción. De pronto otro golpe en la misma puerta pero no podía ver nada, no había nada por el retrovisor ni atrás pero... ¿Adelante ?

Maldición, voy a salir y enfrentaré a quien sea. Total tengo a mi "negrita" que no me dejara solo. (Arma)

Estaba por salir cuando escuché una voz de niño. Hola señor !! Buenas noches !!

No sé espante soy buena persona, solo quiero saber si me puede llevar ? ¿Que?

Diablos ¿un niño? ....

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Sin más que decir dio la vuelta y fue caminando asta donde su caballo que ya en la oscuridad con la ayuda de la luna brillaba igual que sus ojos, daban un toque de terror, parecía ser el mismo caballo del Diablo y luego de ver montar a ese hombre admiraron con que facilidad subió al caballo dando este un reparo y relinchido fortísimo, solo con la rienda en la mano y sin fuete salió disparado de ahí echando chispas de las patas con el choque del pavimento y piedras.

Muchos se persignaron por qué adivinaban que eso era el Diablo y otros se reían y decían que era solo un fuereño muy rico de algún rancho cercano...

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No pude pasar a un lado de esa imagen que estaba a un costado de la cocina  era pavor el qué ya le tenía, no se que sucedía pero ver una calavera vestida de blanco para mi era algo que ni siquiera puedo explicar, el miedo me invadió, mi madre bajó rápidamente a la cocina al escucharme llorar, y yo la verdad ni siquiera quería decirle el por qué estaba tan asustado, pues creía que decirle eso significaría un regaño severo para mi.

Me sentó en una silla del comedor y me preguntó tranquilamente ¿mi amor te sucede algo?

Yo le dije que no, pero obviamente las mamás siempre ganan con su sexto sentido maternal o no se que, y ella fue la qué me dijo a mi el por qué yo estaba llorando...

¿Estas llorando por que le tienes miedo a la Santa Muerte verdad?

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Eran tan fuertes los gritos de desesperación, que parecía que alguien estaba siendo masacrado... Yo no pude soportar más, y al abrir la puerta y salir, fui testigo de una experiencia que hasta el día de hoy me produce pesadillas...

Leo, el muchacho que me había quitado la botella, era levantado a la altura de unos metros y arrojado al piso con una violencia impresionante... Pero no podía ver nada más, solo veía que su cuerpo se elevaba y volvía a caer por sí solo, como si algo imperceptible lo manipulara... Aún recuerdo claramente el sonido que producía su cuerpo al caer al piso, parecían que sus huesos se quebraban...

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De pronto como un rayo se escucharon gritos horribles que venían de la parte de arriba de la casa.

Corrí a ver a Conrado y decirle que iría a ver lo que pasaba que se quedara a cuidar que le disparara a cualquier cosa que se moviera y subí rápidamente las escaleras.

Esta parte es la más difícil de contar, y la más difícil de creer pero se los diré.

Al llegar arriba tuve que revisar uno a uno los cuartos por qué no sabía cuál de ellos estaban, ese fue un error de mi parte.

Sabía que no había nada que me obstruyera el camino así que no tuve problemas con la oscuridad además de que ya estaba acostumbrado a ella y la luna me ayudaba.

Iba con el cuarto número 4 cuando volví a escuchar otro grito.

No era normal un grito así.

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La luz llegó a mis ojos y desperté,

una cabaña vieja y abandonada me acompañaba, a mi alrededor solo observaba maderas viejas y un techo maltratado sin palmas, a mi lado solo ramas secas y un tronco viejo el cual yo abrazaba, mi desnudez la noté, cuando el frío mordió mi sentido y me miré sin ropa, observé mis heridas ya no estaban, solo las marcas que me decían que ahí habían estado, me levanté temblando no de miedo de terror de pensar que ella no estaba, Denali, no estaba !!

Todo parecía una pesadilla, una broma macabra donde yo era el único afectado por qué no había más nadie en esta choza, la cama se había convertido en un montón de ramas secas y un tronco que había caído de arriba y se había vuelto viejo ahí mismo donde calló...

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Entré, ya que las puertas estaban abiertas, vi las cajitas donde tenía las alhajas de mi esposa tiradas, pero las alhajas también, mi nerviosismo, hacia que me temblará la mano, saque mi móvil y quise marcar a emergencias, pero el temblor me hizo tirar el celular, para mala suerte rodo bajo la cama.

Entonces me incliné y me agaché por qué al primer manotazo debajo de la cama no le llegue, volví a meter el brazo y alguien hablo de abajo de la cama,

Por favor ayúdeme !!

No lo queríamos robar, pero tenemos hambre y entramos.

Ayúdeme por piedad, no me deje aquí con esa cosa !!

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Al terminar de refrescarme, me seque el agua con mi toalla y después me vestí, volví poco a poco hacia la casa, abrí la puerta y caminé hacia la cocina que estaba cerca de aquella puerta prohibida.

Tomé un vaso y me serví agua para hacerme un café.

Tome los fósforos para encender la leña que tenia siempre el fogón caliente ya que no teníamos estufa de gas.

En eso sentí que algo estaba detrás de mí, y volví la mirada.

Poco a poco fui cayendo al piso engarrotada del terror por lo que había visto pasar.

Mi suegra levantada en el aire a la altura de mi rostro, sin que nadie la estuviera agarrando ella levitaba y con gestos y gruñidos pasó frente de mí.

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Hola amigo, me a llegado a mis oídos que tienes unos panes deliciosos y también quiero probarlos ya que hace mucho no disfruto de algo así, me obsequiarías alguno de tus panes ?

Claro señora nunca niego el pan a nadie, le daré lo mejor que hago !!

Tomé un pan y fui con ella.

Al extender mi brazo para entregárselo ella se quitó un guante y me di cuenta que también tenía su mano muy delgada casi cadavérica, comprendí que estaba ante alguien no de este mundo y que tenía que ser muy listo o tal vez muy honesto...

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Nunca olvidare esos rostros, descarnados y sus bocas abiertas gritando.

Quería pararme y salir huyendo de ahí, regresar a casa de mi prima pero simplemente no podía ni pararme, completamente petrificado, mudo y temblando como gelatina, sentí un líquido caliente correr por mis piernas no pude evitarlo.

Solo las lágrimas fueron testigo de mi terror y mi completa petrificación.

Una mano que golpeó mi espalda me hizo gritar y volver la mirada hacia atrás !!

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Ella me miraba tan bonito y fue ella la que rompió el silencio, se acercó a mi oído y susurro.

Quiero que vengas conmigo!! Quiero mostrarte lo maravilloso de mí mundo, olvida a todos ellos no existen.

Avasallado por su voz, solo atiné a dejarme guiar por ella.

Los chicos miraban aquella escena y se miraban asombrados lo que pasaba con Jimmy y aquella chica que salió de la nada, nadie la conocía y pareciera que los maestros no podían verla ya que no se dieron cuenta como se iba alejando hacia las escaleras.

Los chicos se olvidaron de Jimmy, solo una persona se quedó con una punzada de celos, rabia y preocupación Shinthi !!

Jimmy subió las escaleras al lado de aquella hermosa jovencita, en realidad Jimmy iba embrujado por aquella misteriosa dama, no se percató de la gran cola que salía de debajo de aquel vestido ceñido y hermoso...

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Pero yo no creo en esas cosas.

Y se terminó la discusión, pero comenté para mí mismo.

Ojalá y si haya muerto para taparle la boca y me dé la razón.

Recuerdo que sin más dejamos el tema, pero el perro siguió aullando asta que sin darme cuenta deje de escucharlo.

Esa noche dormimos muy bien y desperté temprano, ya que tenía que trabajar y debía de hacer algunas cosas antes de salir de casa.

Terminé lo que debía y me apresure para salir y no llegar tarde a mi autobús, bese a mi esposa y salí de casa apresurado para llegar pronto a la parada del autobús.

Respiré aliviado al ver que aún estaban mis compañeros que también iban al trabajo, al llegar me saludaron y rápido me llegó la noticia.

Oye Carlos, ¿te diste cuenta que murió doña Porfiria?

Yo pensando que había escuchado mal, le contesté.

¿Disculpa que me dijiste?

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Así que me dedique hacer un ritual de protección a mi cuarto e hice el llamado al primer demonio, él se encargaría de cualquiera que se atreviera a pasar dentro de mi casucha.

El segundo demonio se encargaría de quitarle la vida a los hijos de don Agustín y de Enedina.

Y el tercero el más terrible terminaría con la vida de Enedina.

Todo eso, por la módica suma de mi alma.

En esto la cuota es alta, pero me servirá de mucho en él futuro.

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¿No me digan que tienen miedo ?

Yo eh bajado aquí desde muy niño y jamás eh escuchado o visto nada, vamos no sean cobardes, bajemos !!

Se quito la lámpara de la cabeza y la puso en el piso.

Y con seguridad empezó a bajar las escaleras, al ver su seguridad lo imite y seguí, los demás no tuvieron otra que también hacer lo mismo.

Si hubiéramos leído el pensamiento de Juan cuando bajaba, nunca lo hubiéramos echo.

Juan pensaba.

Si supieran que es la segunda vez que bajo aquí, me matan, ni a papá le gusta bajar, dice que aquí se encierran las malas energías de la casa, espero no pase nada.

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Observé que la puerta se abrió con un chirrido tremendo pero nadie salió, solo se escuchó una voz de mujer.

Si es tu decisión pasa !!

Me quedé un poco desconcertado al escuchar la invitación, quien invita a pasar de esa manera ?

Dudé un momento pero las ganas de verla y conocerla me ganaron, miré a los lados y no había nadie más en esa calle, acaso nadie camina por aquí ?

Decidí abrir el portón y entré, faltaban 10 metros para llegar a esa puerta, caminé menos aprisa, no quería verme tan obvio, llegue a las escaleras y subí los 5 peldaños despues caminé otros 5 pasos asta llegar a la puerta semi abierta y noté que lo poco que se miraba dentro era muy oscuro, sentí una punzada de miedo y desconfianza, estuve a punto de volver mis pasos pero una voz me detuvo.

Hola !!

pasa por favor, no temas aquí dentro es más claro de lo que crees !!

Era ella !!

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Empecé a avanzar poco a poco, por miedo a que se reventara esa cadenita.

No logré salir de mi parcela, casi para llegar a una esquina como a 50 metros de dónde estaba el hombrecito, la cadena estaba enterrada, empecé a escarbar sin perder de vista la cadena asta que escuche lo que estaba soñando desde hace ya rato.

Monedas !!

Era una vasija grande, que poco a poco la fui descubriendo.

Oro y más oro salían de esa gran olla.

Miré mi mano y supe que era muy pequeña como para no llevarme más oro.

La ambición me ganó la batalla y de aquel hombre bueno y sencillo, en pocos segundos no había ni rastro !!

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Si abuelita así lo haré, me gustó mucho, gracias.

La abrase y me fui muy feliz, con mis padres, sin notar las miradas que intercambiaron mis abuelos y mis papás.

Esa noche recuerdo que soñé con una mujer, vestida con un largo camisón de muchos colores, que reía y reía me señalaba y decía que iría por mi, yo corría por que ella me perseguía con una jauría de perros muy negros y grandes, cuando desperté estaba sudado y tembloroso, los perros que teníamos en casa se azotaban y aullaban fuerte y muy lastimosamente, me percate que una persona estaba sentada en la esquina de mi cuarto...

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Las preguntas las hacia con marcada ansiedad.

Por el momento no sentí nada malo, pero si me extrañó su avidez por saber de mi situación civil.

Caray hombre ¿por qué la prisa?

Anda pasa que vamos a cenar y te presento a mi familia..

Ahí se detuvo y ya no quiso pasar.

¿Qué es lo que as dicho ?

¿Te as casado ?

¿Familia ?

¿Hijos ?

Claro hombre lo más normal del mundo, dos niños preciosos, y su madre la que fue mi novia de siempre, Esther.

Anda pasa amigo.

Perdóname amigo, pensé que aún vivías solo !!

¿Qué eh echo ?

Te eh destrozado la vida amigo...

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"La bicicleta se estaba moviendo sin que nadie la estuviera pedaleando"

De verdad que me dio primero una gran sorpresa, después sentí miedo, jamás en mi vida había presenciado algo así.

Nunca me habían asustado así, asta creía que era una broma de mi esposa.

Pero no, cuando me acerqué a la bicicleta un aire frío me pasó a un lado, los escalofríos no se hicieron esperar desde ese día empezaron a manifestarse movimientos de cosas, se abrían las puertas sin que nadie las tocará.

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Gabi lo miraba con temor, la débil luz del quinqué de petróleo lo hacía ver más tenebroso de lo que era en realidad.

Vamos Gabi ayúdame vamos abrirlo !!

Sin decir nada Gabi procedió a ayudarlo.

Al quitar cada seguro de la caja pronto procedieron a levantar la tapa.

En un movimiento y de golpe abrieron el ataúd, y con la luz del quinqué pudieron ver a aquella chica.

En verdad era hermosa su cara denotaba tranquilidad y hermosura, sus ojos cerrados y su boca a pesar de estar muerta se miraban rosados al igual que sus mejillas.

Gabi al verla su poca resistencia se derrumbó y quiso abalanzarse para tomarla entre sus brazos, pero Juan de un golpe lo despertó de su deseo.

Espera maldito!!

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Con lágrimas en mis ojos, le dije que me daba gusto conocerla, aunque no fuera un buen momento, luego platicamos le dije que fuéramos hacer una denuncia para que lo metieran ala cárcel, por abusar así de las dos.,

Que yo era testigo de todo, que la ayudaría mientras encontraba un lugar o irse con sus familiares pero que ya no se dejara más abusar así.

Ella solo me miraba sonreía y besaba a su hija que se fue quedando dormida.

Me dijo algo así.

El ya no podrá hacernos daño, te agradezco lo que as echo por nosotras, sé que as tenido ganas de interceder por nosotras, pero él es muy peligroso y podria dañarte, fue mejor que no te metieras.

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